El sexo se supone que sea una actividad placentera y relajante. Después de una buena sección de sexo se supone que te sientas relajad@, tranquil@, y feliz. Pero en ocasiones el sexo asume tanta importancia en la vida de algunas personas que le quita la paz, y comienza a interferir con el desempeños de otras actividades como trabajo y vida en familia. Cuando esto ocurre se dice que la persona está confrontando problemas de adicción al sexo.
Comencemos por una breve definición de los que puede ser una adicción. El término adicción proviene del latín y hace referencia en su origen a un individuo que está atado, amarrado o apresado por algo. Más recientemente el término fue utilizado para describir la conducta de personas que continuaban utilizando sustancias (alcohol y drogas) a pesar de las consecuencias negativas que le traía esta conducta. Una parte importante de la definición es la pérdida de control sobre la conducta señalada: la persona ya no controla la sustancia consumida, la sustancia controla la persona. Posteriormente la utilización del término fue ampliada para incluir ciertas conductas que se desarrollan en conformidad con la definición. A estas se les llamó "adicciones conductuales". Ejemplos de estas pueden ser adicción a la internet, a la comida, al juego, al sexo, entre otras.
Así que cuando hablamos de adicción al sexo nos referimos a la conducta de una persona que tiene un impulso sexual inusualmente intenso, o que tiene una obsesión con el sexo. El sexo y los pensamientos sobre este tienden a dominar el pensamiento del "adicto sexual", dificultándole el envolverse en relaciones personales saludables, o inclusive trabajar. Regularmente se envuelven en pensamientos distorsionados, racionalizando y justificando su conducta, culpando a otros por sus problemas, y negando que tenga un problema.
Una pregunta valida es si existe una línea clara que separe lo que es un impulso sexual fuerte pero saludable de lo que es un problema de adicción al sexo. Después de todo hay personas muy sexuales que mantienen vidas productivas y muy funcionales. En términos generales podemos señalar que si los pensamientos sobre sexo son constantes, y si entorpece el desarrollo de otras actividades y relaciones; probablemente hay un problema.
Al igual que en otros problemas de adicción, la conducta señalada, en este caso el sexo, puede ser la manifestación observable de problemas más profundos. En las relaciones saludables el sexo es parte de la relación, está integrado en ella. Cuando existe un problema de adicción al sexo el mismo puede estar siendo utilizado para manejar problemas de autoestima, puede que esté siendo utilizado como manera de manejar estrés, ansiedad, pobres destrezas sociales; puede ser la manera en la cual el individuo se siente desead@, importante o poderos@. En otros casos se puede tener sexo para no pensar o no sentirse sol@. Una posible complicación importante es que mientras más sexo se tiene peor se siente la persona porque no logra saciar la necesidad real que le aqueja, lo cual lo lleva a buscar más sexo.
Algunas conductas asociadas con la adicción sexual incluyen:
- Masturbación compulsiva
- Múltiples encuentros, inclusive extramaritales en personas casadas.
- Múltiples parejas sexuales o anónimas, y encuentros de solo una noche
- Uso consistente de pornografía
- Sexo sin protección
- Sexo telefónico o por computadora
- Prostitución o uso de prostitut@s
- Exhibicionismo
- Hostigamiento sexual
- Uso excesivo de servicios de citas, chats para buscar sexo
- Violaciones o molestar a otr@s
La adicción al sexo puede ser tratada pero al igual que en otras adicciones depende de la aceptación de la persona y admitir que se tiene un problema. En muchos casos es necesario que ocurra un evento significativo para que el adicto acepte que tiene el problema, por ejemplo: la pérdida de un empleo, la ruptura de un matrimonio o relación significativa, una crisis de salud.
El tratamiento se enfoca en controlar la conducta adictiva y ayudar a la persona a desarrollar una sexualidad saludable. El tratamiento puede incluir educación, consejería individual, y terapia marital o familiar. En ocasiones puede necesitarse medicación para el manejo de pensamientos obsesivos compulsivos.
Finalmente, si entiendes que puedes tener un problemas de adicción al sexo, busca ayuda. El sexo puede enriquecer tu vida y ser parte de una relación significativa.
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¿SOY UN ADICTO SEXUAL?
Reviewed by qpgc
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7:50
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