MI HIJO DE 6 AÑOS ME DIJO, “TENGO NOVIO”

“Así ocurrió, Estaba tomando vídeo, se volteo hacía mí y me dijo, ‘Mami, ¿sabes de quien estoy enamorado?...  de CJ!’. Le conteste, ‘Ohh, ¿lo estas?, me contestó, ‘Sí, he estado enamorado de el desde el día que primero lo vi en el patio’. Mi hijo tenía una gran sonrisa y encogía sus rodillas casi hasta su pecho de alegría”.

Este extracto proviene de un blog donde esta madre cuenta como se enteró de las preferencias de su pequeño hijo de 6 años, y como lo ha manejado. Para muchas personas puede la idea de que un niño pequeño tenga una preferencia clara por otro niño, o una niña por otra niña puede ser perturbador. Pero los elementos que perturban están en la mente de los adultos. Para los niños esto puede ser muy normal. La idea de que los niños son ángeles sin sexualidad es una construcción. Los niños pueden no estar preparados ni física ni emocionalmente para  tener intimidad, pero la atracción es algo normal que se puede manifiesta sin prejuicios. Los prejuicios y los conflictos que esta preferencia le puedan crear es asunto de los adultos que le rodean. El prejuicio se aprende, la angustia que experimentan algunas personas por sentirse atraídas hacía personas de su mismos sexo es aprendida. La depresión y las tendencias suicidas que viven muchos jóvenes LGBT a causa de sus presencias, son aprendidas a la luz de los prejuicios de los adultos que les rodean y de una sociedad prejuiciada.

En otra historia, Amelia, cuanta como han manejado el proceso de su hijo, de solo 7 años, de descubrir sus preferencias. Nos cuenta Amelia,

“Estaba en un cuarto sola, hablando con un familiar por teléfono, explicando, ‘No estamos diciendo que el es heterosexual, y no estamos diciendo que el es gay. Estamos diciendo que amamos lo que él es’, cuando la voz de mi hijo sonó detrás de mí: ‘Sí, lo soy’, dijo. Le pregunté, ‘¿Eres que bebe?’, ‘Gay, soy gay’. Mi mundo pausó por un momento, observe la expresión en la cara de mi hijo de, ‘geez, mom, ¿no sabías eso ya?’ Deje el teléfono, me incline hacía él, frote mi nariz con la suya y le dije, ‘te quiero tanto’  Me contestó, ‘lo se’, y se fue a jugar con sus hermanos”

Gay, lesbiana, homosexual pueden ser palabras  con fuerte carga emocional para adultos con prejuicios. Para un niño son solo palabras. En el caso de Amelia, su hijo le informa que es gay y se va a jugar con sus hermanos como usual, sin mas color, ni problemas.

Decidir si se va a preferir estar con otro hombre o con otra mujer debiese ser un proceso normal, natural, sin mayores consecuencias. No debiese definir el resto de tu personalidad. Pero a causa de los prejuicios y rechazo adquiere tanta importancia que termina convirtiéndose en un proceso en ocasiones tan traumático que puede marcar el resto de la vida de las personas, y en ocasiones hacerlos decidir quitarse la vida misma.

Que un niño de 6 años se sienta atraído hacía otro niño es un problema para los adultos, no para los niños. Si tan solo los dejásemos vivir su ilusión, quizás pudiésemos vivir en un mundo mejor, y más justo.  

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