A MAYOR HOMOFOBIA, MENOS CRISTIANOS

Un nuevo estudio sobre religión y vida pública ha revelado que el número de estadounidenses que dicen haber abandonado la fe y se consideran no afiliados a ninguna religión ha alcanzado un record. La encuesta, realizada por la firma Pew Forum, encontró que dicho grupo subió de 15.3% en 2007 a 19.3% en el 2012.

Este grupo denominado "Nones"  es ahora la segunda mayor categoría en E.U., siendo segundos a los católicos y sobrepasando a protestantes y bautistas del sur. El cambio es interpretado como uno cultural, religioso e incluso político. Según Greg Smith, investigador principal de Pew Forum, uno de cada tres, o el 32% de este grupo, tenía menos de 30 años y poca probabilidad de envejecer reclamando una religión.

Por su parte Wayne Besen, autor, activista y columnista, ha relacionado esta desafiliación a las actitudes y mensajes homófobos promovidos por los grupos religiosos. Según, un artículo publicado en el Huffington Post, Besen menciona, a modo de ejemplo, una carta que el arzobispo de Minneapolis, John Nienstedt, envía a la madre de un joven gay quien resintió la retórica homofóbica del arzobispo. En la misma el religioso le advierte a la mujer que su "salvación eterna" podía depender de si ella acepta o no las enseñanzas anti-gay de la iglesia católica, lo que implicaría rechazar a su propio hijo.

Besen llama a tales actitudes "admoniciones callosas", por la insensibilidad que implican, y añade que tales argumentos podían funcionar en el pasado cuando las personas tenían poca educación, y los gay y lesbianas tenían poca visibilidad; lo cual facilitaba su demonización y estigma como el "otro" distante de "nosotros".

Besen concluye su análisis con la siguiente aseveración:

"La coalición política del futuro no será dogmática, será una mayoría de personas de fe y los 'Nones'. En las décadas por venir estos dos grupos desarrollaran uniones y crearan una fuerza dinámica que rivalizará con los que interpretan a las sagradas escrituras de forma literal, quienes al presente ostentan un poder desproporcionado al número que representan. Esto será una corrección muy necesaria a las ideas anticuadas, y a la celebración de la ignorancia que aguanta la promesa y el progreso de nuestra nación"

No tenemos certeza de que el declive en identidad religiosa responda a las actitudes de los religiosos, pero sí coincidimos con Besen en que los extremistas religiosos atacan la homosexualidad argumentando que traerá el fin de la religión. Siendo ellos mismos los que minan la fe con sus actitudes arrogantes, insensibles y rígidas ante un mundo que crece y se transforma con libre acceso a la información.

Las instituciones religiosas sufren una crisis de credibilidad cuando insisten en sus discursos homofóbicos mientras las personas ven a sus propios hijos e hijas, amigos, compañeros de trabajo aceptando y viviendo su homosexualidad, y siendo testigos de que continúan siendo seres amorosos, respetuosos y con fe. Frente a estas experiencias los religiosos insisten en demandar una obediencia ciega e irracional exigiendo rechazo para las personas LGBTI, pero el resultado final parece ser que más personas escogen ser fieles a sus conciencias y se alejan de ellos.

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