A BAJAR DE PESO LUEGO DE NAVIDAD

Por: Rafel Monserrate

Para muchos la Navidad es fiesta, bebida, y mucha comida. Estando con la familia y amigos nos sentimos tan cómodos que en ocasiones comemos y bebemos un poco más de lo usual. Regularmente todo esto se refleja en nuestro vientre y trasero. Preocuparse porque se han ganado varias libras, porque se ha perdido la línea no resuelve nada, lo mejor es ocuparse.

Ocuparse implica dejar de preocuparse y tomar acción sobre eso que nos incomoda, en este caso las libras ganadas. Las dos cosas principales que puede hacer para manejar este problema son hacer dieta y hacer ejercicio. Lo primero que debes tener claro es que hacer dieta solamente puede que no te provea los resultados que deseas. El ejercicio no solo puede acelerar tu metabolismo y ritmo de perder peso sino que además puede ayudarte a tonificar los músculos mientras pierdes peso y mejorar tu estado de ánimo general. Pero comencemos con la dieta.

Lo primero cuando intentas perder peso es ser realista. Algunas personas comienzan dietas y programas de ejercicios y luego de un par de semanas se frustran porque no observan los resultados esperados. Tu cuerpo tiene la capacidad de adaptarse por lo que debes ser consistente en tu dieta o programa de ejercicios. Puede haber periodos de estancamiento, en los que no observas cambios significativos, esa es señal de que tu cuerpo se ha adaptado a los cambios que has realizado. Si esto ocurre modifica tu rutina de ejercicios. Si decides solo hacer dieta, muévete más. Sube escaleras en lugar del ascensor de vez en cuando, sal a caminar luego de la última comida del día. El movimiento acelera tu metabolismo y ayuda a la digestión.

Aumenta tu consumo de agua. Elimina las bebidas gaseosas y bebidas energizantes artificiales. Utiliza la regla de los 10 minutos: Se dice que el impulso de comer algo pasa normalmente después de 10 minutos. Por tanto solo tienes que entretenerte durante ese tiempo para resistir la tentación. Come muchas frutas: Las frutas son de las comidas más saludables que puedes comer. Pueden además ayudarte a luchar contra la tentación de comer dulces o golosinas. Puedes inclusive dedicar un día a comer solo frutas, verduras y jugos naturales. Puedes acompañarlas con infusiones (tés) y mucha agua. Otra opción es una dieta blanda: Caldos, vegetales, purés, arroz, pescado cocido, frutas y yogures. Sin grasa, con poca sal y mejor al vapor.

La dieta puede ayudarte pero si deseas un cuerpo tonificado debes comenzar a hacer ejercicios. Debes tener claro que cuando comienzas a hacer ejercicios la primera semana es la más difícil. La falta de hábito, la resistencia del cuerpo a salir del reposo, así como el resentimiento natural de músculos que no están acostumbrados al ejercicio pueden desanimarte. Pero el ejercicio puede ser para el cuerpo y el carácter. Con esto queremos decir que si decidiste ejercitarte, el día que no sientas deseos defínelo como un ejercicio de voluntad del espíritu sobre el cuerpo, te dejas de tonterías, te levantas y te ejercitas. Las molestias y la resistencia irán mermando luego de una semana cuando comenzaras a sentirte de mejor ánimo, más ágil y más despierto.

Para ejercitarte existen múltiples opciones.

Natación: Si tienes la fortuna de tener una piscina cerca de tu casa puede ser una de las mejores opciones. Nadar ejercita muchos músculos y ayuda a quemar muchas calorías. Ayuda a tonificar y a relajar.

Bicicleta: Otra gran opción es correr bicicleta. Si optas por esta estarás además en moda porque ahora existen grupos como bici jangueo. La bicicleta ayuda a formar los glúteos (el trasero, mmmmm) y aplanar el vientre. Si no deseos salir a correr en las calles porque no te sientes segura, puedes optar por una bicicleta estática. Para no perder el ánimo puedes hacerlo mientras escuchas música, ves una película o tu programa favorito.

Gimnasio: Seamos realistas, no a todo el mundo le gusta el gimnasio. Pero allí puedes encontrar opciones variadas para ejercitarte, desde pesas hasta trotadoras y bicicletas estacionarias. Lo ideal sería buscarte amigos que te acompañen de modo que cuando uno no tenga el ánimo sean los amigos o amigas quienes te motiven.

Finalmente algunas sugerencias generales para una mayor salud a largo plazo:

1.     Baja la cantidad de carnes rojas: Sustituye por pescado, pollo, pavo u otras aves. Elimina embutidos.

2.     Aumenta la frecuencia de comidas con menos cantidad: Hay personas que saltan una comida para luego comer el doble en la próxima. Lo que comes de más se almacena en tu cuerpo. Puedes intentar hacer 5 comidas en lugar de tres con menos cantidades. Esto sería un desayuno, una merienda a mitad de mañana, un almuerzo balanceado, otra merienda a mitad de tarde, y una cena liviana. Obviamente cuando decimos merienda no hablamos de dos donas con refresco gaseoso.

3.     Toma infusiones (tés): Purifican, limpian, ayudan a hacer la digestión.

4.     Bebe mucha agua: Tanto tu organismo como tu piel necesitan hidratarse desde adentro para mantener balance. Intenta sustituir el café (que aumentan la deshidratación) por infusiones.

5.     Muévete mucho: Si deseas llevar una vida más sana, comienza por dejar de ser una persona sedentaria. Sal a caminar, ejercítate. Te ayudará a bajar esas libras de más pero además te reportara grandes beneficios para tu salud y estado de ánimo.

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