Por: Jorge Marrero
“Esto de ser pato se ha puesto muy caro”, es lo único que tengo en la mente desde junio. Hace ya un mes y medio tuve que buscarme un part time ya que notaba que los chavitos que hacía en mis proyectos no me daban. He estado trabajando en una tienda de zapatos que no mencionaré porque sé que ellos no se hacen responsables de las expresiones vertidas por su empleado y por qué no voy a estar dando promociones sin compensación monetaria. En sí de la tienda no es de lo que voy a hablar sino del consumismo de apariencias que arropa nuestra sociedad, especialmente nuestra comunidad.
“Yo busco algo así pero no me puede pasar de $100”, me dijo uno presumido. “Pues mira tengo este y está en especial, te saldría como en $20 con IVU”, yo dije. “Tú estás loco si me ven las locas con ese zapato me van a decir que si me estoy muriendo de hambre”, me dijo él muy atrevido.
¿En serio qué la persona es evaluada por lo que se tira encima?, y puede que tu contestación sea que sí pero reevalúalo y reevalúa a la persona completamente. No todo lo que brilla es oro. Podrá tener el zapato, la ropa y el perfume pero eso no lo hace GENTE.
Yo he atendido a todo tipo de personas pero siempre son esas las que viven con el que dirán las que más me sorprenden. No tienen opinión propia, tienen la necesidad de cumplir las expectativas de los demás y más allá de eso se vuelven un “copy y paste” de una sociedad que no siempre tiene buenas cosas de emular. Me re-jode cuando les traigo el zapato, les queda súper bien pero si el amigo o el novio les dice que no, ellos automáticamente me dicen que no. El que te lo vas a poner eres tú, eventualmente el novio se te va con tu amigo pero el zapato siempre lo tendrás con indicio de tu rebeldía como símbolo de tu voluntad propia contra el mundo (un poco poético).
He notado que le tenemos miedo al baratillo solo por la opinión de los demás. Que si no tenemos la camisa de $45 no somos capaces de afrontar a la gente de la barra, que si los zapatos no son de $80 no podemos pisar nuestros problemas, que si no tenemos algo con la marca visible que haya costado más de $100 dejamos de ser quienes somos. Debemos aprender que nosotros hacemos las cosas, las cosas no nos hacen quien somos. Por más marcas que tengas encima si estas vació, estas vació, nada te rellenara. La identidad propia es muy importante para una persona ya que sabes con seguridad quien eres, que necesitas y que puedes ofrecer.
“¿En serio caballero? Si el zapato está bonito, bueno y barato”, le digo al cliente. “Es que a mí me gusta verme comemierda, tengo cosas de marca y tengo una reputación que no puedo ignorar. Mi imagen lo es todo, yo soy costosa yo no trabajo en una tienda de zapatos”, me dijo entre risas. Yo le sonreí y le dije “Es verdad usted no trabaja en una tienda de zapatos, no se tiene que doblar para atender a las personas, no tiene que ser cortes con todo el mundo que te pase de frente y quizás no tenga que afrontarse a las personas que si buscan el baratillo pero eso se llama empatía. Dudo que sepa que significa así que búsquelo en el diccionario por que dudo que en Armani la vendan. Fue un placer y que tenga linda tarde chulita”.
PUEDES DAR LIKE EN LA BARRA DE NAVEGACIÓN QUE VES ABAJO Tu opinión es importante. En la caja de abajo puedes emitir tu comentario utilizando tus cuentas de Facebook, Google, Yahoo o Twitter.
“Esto de ser pato se ha puesto muy caro”, es lo único que tengo en la mente desde junio. Hace ya un mes y medio tuve que buscarme un part time ya que notaba que los chavitos que hacía en mis proyectos no me daban. He estado trabajando en una tienda de zapatos que no mencionaré porque sé que ellos no se hacen responsables de las expresiones vertidas por su empleado y por qué no voy a estar dando promociones sin compensación monetaria. En sí de la tienda no es de lo que voy a hablar sino del consumismo de apariencias que arropa nuestra sociedad, especialmente nuestra comunidad.
“Yo busco algo así pero no me puede pasar de $100”, me dijo uno presumido. “Pues mira tengo este y está en especial, te saldría como en $20 con IVU”, yo dije. “Tú estás loco si me ven las locas con ese zapato me van a decir que si me estoy muriendo de hambre”, me dijo él muy atrevido.
¿En serio qué la persona es evaluada por lo que se tira encima?, y puede que tu contestación sea que sí pero reevalúalo y reevalúa a la persona completamente. No todo lo que brilla es oro. Podrá tener el zapato, la ropa y el perfume pero eso no lo hace GENTE.
Yo he atendido a todo tipo de personas pero siempre son esas las que viven con el que dirán las que más me sorprenden. No tienen opinión propia, tienen la necesidad de cumplir las expectativas de los demás y más allá de eso se vuelven un “copy y paste” de una sociedad que no siempre tiene buenas cosas de emular. Me re-jode cuando les traigo el zapato, les queda súper bien pero si el amigo o el novio les dice que no, ellos automáticamente me dicen que no. El que te lo vas a poner eres tú, eventualmente el novio se te va con tu amigo pero el zapato siempre lo tendrás con indicio de tu rebeldía como símbolo de tu voluntad propia contra el mundo (un poco poético).
He notado que le tenemos miedo al baratillo solo por la opinión de los demás. Que si no tenemos la camisa de $45 no somos capaces de afrontar a la gente de la barra, que si los zapatos no son de $80 no podemos pisar nuestros problemas, que si no tenemos algo con la marca visible que haya costado más de $100 dejamos de ser quienes somos. Debemos aprender que nosotros hacemos las cosas, las cosas no nos hacen quien somos. Por más marcas que tengas encima si estas vació, estas vació, nada te rellenara. La identidad propia es muy importante para una persona ya que sabes con seguridad quien eres, que necesitas y que puedes ofrecer.
“¿En serio caballero? Si el zapato está bonito, bueno y barato”, le digo al cliente. “Es que a mí me gusta verme comemierda, tengo cosas de marca y tengo una reputación que no puedo ignorar. Mi imagen lo es todo, yo soy costosa yo no trabajo en una tienda de zapatos”, me dijo entre risas. Yo le sonreí y le dije “Es verdad usted no trabaja en una tienda de zapatos, no se tiene que doblar para atender a las personas, no tiene que ser cortes con todo el mundo que te pase de frente y quizás no tenga que afrontarse a las personas que si buscan el baratillo pero eso se llama empatía. Dudo que sepa que significa así que búsquelo en el diccionario por que dudo que en Armani la vendan. Fue un placer y que tenga linda tarde chulita”.
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LA MIRADA QUEER: COSTOSA, COSTOSA...
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