Cuando observamos parejas muy disparejas solemos pensar que lo que les une es el interés, que una parte está utilizando a la otra. Pero no tiene que ser necesariamente así. La publicidad y los medios de comunicación nos han llevado a creer que para que las relaciones funcionen bien las partes se tiene que parece; nada más lejos de la realidad. Las parejas disparejas, una parte es muy hermosa y la otra no, mucha diferencia de edad, o de niveles socioeconómicos, pueden ser completamente funcionales, en base a otros tipos de intereses. Como decía mi abuela, “Solo la cuchara sabe lo que se mueve en la hoya”.
En toda relación media algún tipo de interés; estas con esta persona porque te interesa disfrutar de su belleza, porque interesas disfrutar de su compañía, porque disfrutas de las oportunidades que te brinda, o simplemente porque te hace buen sexo. De igual manera a la inversa, están contigo porque les agradas físicamente, o sexualmente, o socialmente, etc. Así que no hay nada de malo en los intereses. Un conocido me lo explicó hace poco de la manera más clara. Él, que está en sus sesenta y tantos años, me dijo que le gustaban los hombres jóvenes, que él no obligaba a nadie, y que si el joven estaba con él solo por lo que él le daba, pues bien, porque él estaba con el joven por ser joven. Los intereses de ambos se complementaban, y la pasaban bien.
Las relaciones disparejas donde medían intereses particulares pueden ser completamente funcionales siempre y cuando se tengan claras las reglas de la misma. Esto es, si es para sexo, no me debo enamorar, si es para afecto, no debo pedir sexo, y así sucesivamente. Pero las relaciones también evolucionan y cambian más allá del interés, y lo que comenzó como un tipo de interés puede cambiar a otros tipos de intereses. Aquello que comenzó como un negocio se puede convertir en amistad honesta, o inclusive en algún tipo de pasión. No podemos olvidar que el amor es también costumbre, y de estar mucho con una persona se puede llegar a acostumbrarse a ella. Además, tú no siempre escoges de quien te enamoras.
Pero de algo no dudamos, para que la relación permanezca, tiene que haber algún tipo de atracción. Si la persona realmente no te gusta, se podrá sostener por algún tiempo, pero a la larga no va a funcionar. Esto es, ni el mayor interés puede sostener una relación donde no hay algún tipo de atracción porque a la larga se convierte en desprecio y hastío.
Así que como decía Annie Lennox en su éxito de la década de los ’80, “Sweet Dreams”, “…algunas personas quieren usarte, algunas personas quieren ser usadas por ti”. Así que pensamos que nadie usa a nadie, la gente se usa mutuamente y satisfacen sus necesidades.
NADIE USA A NADIE: LA ECUACIÓN DE LAS RELACIONES DISPAREJAS
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