EVENTOS

CONDENA, ¿PARA QUIÉN?

por Luis Ibrahyn Casiano Rodríguez
Mientras repartía condones y literatura para la prevención y protección contra enfermedades de transmisión sexual en las calles de Mayagüez, conocí a un chico. Calles donde decenas de hombres y mujeres se prostituyen, todos con un mismo denominador común, la falta de oportunidades. Aquella noche me detuve a conversar con él, a preguntarle el por qué, y entre esas cosas nació una bonita amistad. Fui testigo de su esfuerzo por salir adelante y del vicio. Comenzó a estudiar y a buscar empleo sin descansar, pero al haber sido convicto una vez, su mejor oferta de empleo seguía siendo  la calle con la venta de su cuerpo. Un día, no encontró como sufragar los gastos de la universidad y comenzó a vender drogas. Debido a una deuda pendiente,  por estar en el momento inadecuado formó parte de un asesinato que le cuesta hoy su vida con una condena de 100 años en prisión.



Al igual que él encontré un joven extranjero, que sufragaba sus gastos universitarios en la Facultad de Enfermería en el RUM vendiendo su cuerpo y exponiéndose a miles de situaciones, ese joven hoy ya es un enfermero graduado Magna Cum Laude de  nuestro prestigioso Colegio. Este último tuvo un final diferente, pero ambos fueron víctimas de una sociedad que discrimina.  Uno, por haber ido preso, y el otro por ser extranjero.

Como joven y estudiante también he experimentado el tener que sufrir los embates de una sociedad done las riquezas son mal distribuidas y donde estudiar es un privilegio. He sido testigo de lo que es vivir en una sociedad donde los fuertes de espíritu pueden salir adelante sobreviviendo a la injusticia y donde los más débiles son arrastrados a las drogas y a la muerte por no encontrar en su casa ni en el Estado herramientas verdaderas que le propicien la solución a este mal que nos afecta a todos. En países capitalistas como el nuestro, la falta de oportunidades es el cheque para sufragar la droga y los malos hábitos que convierten en lumpen a nuestro pueblo.


Por más de 60 años hemos vivido en la apariencia de una democracia perfecta que se nutre de los poderes de una “gran nación” que la cobija a través de un mal pacto colonial. Nuestros bonitos edificios esconden el dolor de un pueblo que usa sus esquinas para inyectarse o mercadear su cuerpo. Nuestra pregunta en el hoy debe ser ¿Por qué esta situación no cambia?.  Sencillo, al gobierno le conviene tener prostituida nuestra dignidad para manejar su política a su antojo. Hoy todos somos prostituidos en un sistema desigual y somos sentenciados de diferentes modos a vivir en la enajenación y en la guerra contra nuestros pares. Yo sentencio al Estado a 100 años de prisión por haberle fallado a nuestro pueblo. Hagamos visibles a los invisibles, y démosle voz a los sin voz…


Ex candidato a la Cámara de Representantes, político independentista, estudiante y
activista pro derechos humanos

CONDENA, ¿PARA QUIÉN? CONDENA, ¿PARA QUIÉN? Reviewed by qpgc on 12:00 Rating: 5

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.