por: Samuel Nemir Olivares
No tan solo es un mensaje erróneo y discriminatorio sino que va en contra de los mismos preceptos cristianos que dicen emular. La presión ejercida es lamentable que provenga de un sector que promueve el amor y la justicia. Estas legislaciones en nada afectan su moral, ni la familia ni el País, todo lo contrario las fortalece.
Es inaceptable y vergonzoso que un ciudadano, un "cristiano", utilice tantas energías para lograr que el Estado pueda discriminar contra una persona por su orientación sexual, que desee que los gays y lesbianas no puedan demandar si son despedidos de sus trabajos, que los jóvenes LGBTT no tengan recursos legales por discriminación y que una pareja de personas del mismo sexo en la que haya violencia no tenga las mismas protecciones de la Ley 54. Es totalmente su derecho que estas personas crean que la homosexualidad está mal, es un pecado, una abominación y una aberración y una enfermedad mental. Bien. Pero lo que no está correcto ni es su derecho es a intervenir e inmiscuir esas creencias en el gobierno y pretender que su pensamiento sea la norma social, pues ya está demás decir que sobre todo debe prevalecer la constitucional separación de Iglesia y Estado. El Estado no puede decirle a la Iglesia que debe hacer, pero la Iglesia tampoco puede venir a decirle al gobierno que las leyes obedecer a sus dogmas. Por cierto, en la Biblia el matrimonio es tan y tan importante que ni Jesús, al igual que discípulos, conoció mujer alguna y ni se casó.
Al fin de cuentas, esto no se trata de religiosos vs. gais, ni de Dios contra el Diablo, como muchos pretenden polarizar este debate. Esto en esencia se trata del reconocimiento legítimo como ciudadanos, como humanos y del otorgamiento de los mismos derechos e igualdad ante la Ley.
Si estas leyes trataran sobre el matrimonio, menos mal, pero ninguna trata sobre esto, y si lo hicieran tampoco existe justificación alguna. Iglesia que no crea en los matrimonios entre personas del mismo sexo, pues que no las practican, pero no pueden obligar a que el Estado se rija por sus creencias. Mientras en otros países y estados de Estados Unidos se discute la aprobación y el reconocimiento de las parejas del mismo sexo en matrimonio, aquí se discute, debate y se refuta si las personas LGBTT tienen o no el derecho de ser despedidas, contratadas y discriminadas por su orientación sexual, solo en el trabajo, imagínense si existe discrimen y todo el camino que falta por recorrer.
Hasta hace una década cuando se despenalizó la sodomía, en este País se trataba la homosexualidad como un crimen. Ahora el proyecto 238 es desde entonces el segundo mayor logro de la comunidad, pero la primera vez que el Estado reconoce ante la Ley, en su ordenamiento jurídico a la comunidad LGBTT. Sin embargo, esta ley, solo aplicará a proteger el discrimen en el ámbito laboral gubernamental, excluyendo el sector privado y la Carta de Derechos del Joven, entre otros. Claro esta, representa un paso y un adelanto pero a medias, y exige de nuestra parte continuar la lucha por el reconocimiento pleno. Como dice el querido actor Victor Alicea esto es como tu decir "los negros pueden ir a la escuela, pero no pueden ir al baño".
En este artículo, (http://noticel.com/noticia/142379/grupos-religiosos-cabildean-a-fortaleza-para-evitar-firma-en-ley-de-238-y-488.html) se menciona que como parte de sus preocupaciones con esta Ley, un colegio educativo pueda ser demandado por no contratar a un maestro "practique públicamente su homosexualidad". Según como el diario indica, no aclaran que como se manifiesta en público su homosexualidad. Claramente, tener relaciones sexuales en público no es, por lo tanto se refieren o a una persona con manerismos o a un transexual. Resulta más que evidente en esta parte que su repudio y discrimen hacia la comunidad LGBTT, incluso la aprobación de no contratar o discriminar a alguien en cualquier ámbito, nace desde el simple hecho que la persona no se comporte de acuerdo a los roles de género heteronormativos y "aceptados" generalmente como hombre masculino y mujer femenina. Más que claro, la tangible y existente discriminación en Puerto Rico por razón de orientación sexual e identidad de género.
Respecto al proyecto 488, contrario a lo mencionado en varias ocasiones, si bien puede considerarse como un logro o un avance, en esencia no lo es, a diferencia del 238 sobre discrimen en el empleo. El proyecto 488 es una restitución, una remenda, una corrección a la Ley 54 que desde su concepción y aprobación en 1989 incluía entre sus protecciones a todo tipo de parejas no importando su orientación sexual (parejas del mismo sexo), identidad de género o estado marital (relaciones extramaritales). No fue hasta que ciertos jueces conservadores del Tribunal Supremo, utilizando citas bíblicas y creencias religiosas y personales, entendieron que esta Ley no les podía aplicar en dos casos diferentes, cuando bajo esta Ley se atendieron este tipo de relaciones durante casi una década. Por lo tanto, la aprobación del 488 vino a resolver el atraso a una ley de avanzada a nivel mundial que el Tribunal Supremo descuartizó indebidamente.
Me provoca rabia, indignación y decepción ver ciertos grupos y personas en el sigle 21 apoyarse en supuestas creencias para degradar, ofender y discriminar sobre otros. Creí haber nacido en una era avanzada, vanguardista y justa, pero se desintegra al ver el comportamiento de estas personas y me alarma aún más al sentir la inanición, desdén e inmutabilidad de otros que avalan, apoyan y refuerzan el discrimen y el atraso como País, con su silencio.
Siempre he sido claro en mis convicciones, pero ahora estoy mucho más seguro y firme de la causa que apoyo como persona, como ciudadano y como humano. También me reafirmo en ser cristiano, y no me amilana el ejemplo de otros, pues cada cual goza de libre albedrío y de independencia de cristiano. Dos creencias para nada contradictorias. A estos grupos les termino diciendo que desconozco su preocupación, pues de ellos he aprendido que Dios es perfecto, que Dios tiene el control sobre todas las cosas, y que no pondrá en verguenza a los que le creen. (Por cierto, creo que eso fue lo que sucedió ayer). También conocí que la Creación de Dios es perfecta, y que yo sepa todos y todas somos parte de ese orden divino. Como dice la madre de Pedro Julio, "El Dios que yo conozco no juzga, no condena , nos da libre albedrío No tan solo es un mensaje erróneo y discriminatorio sino que va en contra de los mismos preceptos cristianos que dicen emular.
A mis hermanos LGBTT les digo, no nos dejemos engañar, continuemos educándonos para poder concienciar efectivamente a aquellos que aún piensan que la igualdad es inaceptable y que no merecemos los mismo derechos. Manifestemos nuestra esencia, no nos avergoncemos de nuestra vida y mostremos la calidad de seres humanos, profesionales, hijos, amigos y ciudadanos que somos.
Recuerdo con enorme estima y agradecimiento a todas aquellas personas, maestros y figuras que me apoyaron y ayudaron en el difícil y quebrajoso camino de la niñez y adolescencia que ahora pretenden resolver diciendo "no al bullying", cosa que se queda corta. A través de estas personas, es que he conocido que he sentido la esperanza y la certeza de que algún día, pronto, esto ya no será un tema de discución y cuando se plasme en la historia la igualdad como el triunfo y el discrimen se una a las páginas negras de esos incomprensibles episodios históricos).La discriminación existe, y no tiene justificación alguna.
La invisibilidad no es parte de la respuesta y la exposición y visibilidad, una acción necesaria. Como dice Roberto Ramos Perea una visibilidad que esfuerce al discrimen a salir por asfixia. El camino de esta lucha no debe ir dirigida a buscar la tolerancia de la comunidad LGBTT como cuerpo, primero porque no se trata de tolerar y segundo porque no somos un grupo aparte enajenado del resto, sino que debe aspirar a la aceptación en exclusividad dentro de la sociedad como iguales.
¿RELIGIOSOS VS GAYS? O ¿DIOS CONTRA EL DIABLO?
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