¿DEBE LEGALIZARSE LA MARIHUANA?

El uso, venta y posesión de marihuana es prohibido por la ley federal en Estados Unidos. Aún así 18 estados y el D. C. han aprobado leyes para descriminalizar, legalizar el uso médico, o hacer legal el uso y consumo de esta sustancia. En las elecciones de 2012 los estados de Colorado y Washington aprobaron medidas para legalizar el uso no médico de la marihuana.

En Puerto Rico el debate fue abierto con la radicación del Proyecto del Senado 517(2013), sometido por el senador Miguel Pereira Castillo (PPD). El mismo busca enmendar el Código Penal para eliminar la posesión de marihuana como delito y permitir poseer hasta una onza de la sustancia a personas mayores de 21 años de edad. El racional del proyecto expone los altos costos que incurre el gobierno (en la Policía, Departamento de Justicia, Departamento de Corrección y Administración de Tribunales) para investigar y procesar los casos relacionados con el consumo y posesión de esta sustancia. En su defensa se han señalado el daño al historial de consumidores que no cometen delitos adicionales, argumentos sobre beneficios a la salud y que no es posible morir por el consumo de la misma a diferencia del alcohol, sustancia legal, que si puede inducir muerte por intoxicación. Se ha señalado además, que descriminalizando el uso de esta sustancia se liberan recursos para atacar traficantes mayores, el uso de drogas fuertes, y para ofrecer mejores servicios de tratamiento.

En este debate es importante diferenciar descriminalización de legalización. Como se señalara anteriormente, en E. U. al menos dos estados han aprobado leyes para legalizar el uso no médico de la marihuana. Esto implica que su uso es completamente legal en el estado. La medida del Senador Pereira no propone legalización, si no descriminalizar, lo que significa que dejaría de ser delito grave su uso y consumo. A las personas que se les sorprenda en uso o consumo de cantidades menores de una onza se les multa ( parecido a una infracción de tránsito), pero no se les acusa en tribunales ni se les imponen condenas de cárcel.

En el estado legal actual, un joven que estudie, que ayude a su familia y cumpla con sus responsabilidades, pero que es sorprendido en uso de marihuana, tendría que enfrentar un proceso en los tribunales y arriesgarse a una pena de cárcel. De no contar con el dinero suficiente para sufragar un buen abogado pudiese ir preso. De ir preso le acompañaría un expediente criminal por el resto de su vida que probablemente troncharía su futuro. Sabemos además que a la cárcel se le llama "La Universidad del Crimen". De aprobarse el proyecto, este mismo joven sería multado, pero pudiese continuar con sus estudios y con su vida sin marcas mayores.

Pero Pereira y E. U. no se inventaron el mundo. En Holanda, Suiza y Portugal  vienen experimentando con modelos de descriminalización y legalización de marihuana y otras drogas desde hace mas de una década. Las estrategias de descriminalización y legalización de las drogas comenzaron a cobrar fuerza ante el fracaso de las estrategias punitivas, policiacas, y de las guerra contra las drogas. La evidencia señala que en los últimos 40 años el consumo, la corrupción, el poder de los narcotraficantes, ni la violencia se han reducido; y que por el contrario estos problemas han aumentado (Ref.). De igual manera la investigación demuestra que es falsa la afirmación de que la legalización trae consigo aumento de la demanda. Todo indica que más bien sucede lo contrario como ha ocurrido en Holanda (Ref.). De igual forma en Portugal, donde el consumo de sustancias se ubico entre los más bajos de Europa tras despenalizar el consumo de sustancias en el año 2001 (Ref.)

Pero sabemos que Puerto Rico es un mundo aparte donde las ideas no son discutidas por sus meritos y que la "politiquería" y las luchas por pequeños resquicios de poder dominan la discusión de las ideas. Al presentarse el proyecto politiqueros de oposición "aparentaron" reaccionar indignados (Rivera Schatz) y otros hasta ridiculizaron la idea. Grupos religiosos y sectores conservadores han presentado también su oposición. El gobernador acepto la apertura de la discusión pero aclaró que no es parte de la agenda de su administración.

La mayoría de los que se oponen a la discusión del proyecto lo hacen basándose en posiciones de corte moral. Desconocen estos que el problema de drogas no es uno moral. El problema de drogas es uno de salud pública, político y actualmente económico por la gran cantidad de dinero que mueve el tráfico ilegal. Uno de los argumentos de los grupos que defienden las ideas contenidas en el proyecto es precisamente sacar la marihuana del punto de drogas. Estos señalan que la marihuana no es el problema, el problema es que hay que ir "al punto" a conseguirla. Para los que no conocen la terminología, "el punto" se refiere al lugar donde se consigue droga de forma ilegal. Debido a la ilegalidad asociada al mismo está relacionado con altos índices de violencia.

Entendemos que es válido abrir la discusión de la descriminalización del uso de marihuana. Reconocemos que las medidas punitivas, policiacas y de corte moralistas han fracasado en proveer soluciones efectivas al problema y que por tanto es tiempo ya de explorar nuevas ideas. Reconocemos, además, que puede ser una manera diferente de intentar manejar los altos índices de violencia asociados al trasiego de drogas ilegales en el país. Pero, por desgracia, reconocemos el bajo nivel de discusión de ideas, y el oportunismo político y económico que impera en el país.

Dicho lo anterior, reconocemos la valides del Proyecto 517(2013), pero le corta vida.