MITOS COMUNES SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD III

Grupos cristianos y conservadores buscan demonizar a las personas LGBTI a veces por desconocimiento, en ocasiones por miedo, y en muchas otras para defender agendas políticas. Debemos tener que no todos los cristianos tienen agendas en contra de las personas LGBTI. Pero existen sectores dentro de estos grupos que defienden el poder político y económico que han ganado recurriendo a estrategias de miedo. Repiten estribillos como "El diablo viene", "El enemigo conspira"; necesitan identificar un "mal posible" para ellos presentarse como los defensores ante ese mal.

En eso no son diferentes de los "politiqueros mediocres" que constantemente intentan demonizar a sus contrincantes, independientemente de las posibles ideas buenas que presenten, para que le vean a ellos como la opción salvadora y así continuar viviendo con los privilegios que le provee el poder.

En este proceso buscan desinformar creando y promoviendo mitos, mentiras contra las personas LGBTI. Hasta este punto en esta serie hemos presentado y discutido 3 mitos comunes sobre la homosexualidad. A continuación presentamos mitos adicionales utilizados para desinformar.

MITO 4

Las personas gay son más propensas a sufrir enfermedades mentales y abuso de drogas y alcohol.

El ARGUMENTO

Los grupos anti-gay no solo desean definir la orientación sexual como algo que se puede cambiar, si no que además pretender presentar la heterosexualidad como la "opción" más deseable. El argumento secular usado de forma más frecuente es que la homosexualidad es inherentemente enfermiza, tanto mental como físicamente. Como resultado muchos grupos que están en contra de los derechos LGBTI rechazan la decisión de la American Psychiatric Association (APA) que removió la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Muchos de estos grupos, incluyendo el grupo de "línea dura" Traditional Value Coalición, reclaman que "activistas homosexuales" se manejaron para infiltrar la APA para lograr esa decisión.

LOS DATOS

Todas las principales organizaciones de salud mental han establecido que la homosexualidad no es un desorden mental.

Puede ser cierto que las personas LGBTI pueden sufrir de tasas más altas que el resto de la población de trastornos como ansiedad, depresión, y otros desórdenes conductuales como abuso de alcohol y drogas. Pero los estudios realizados en los últimos 15 años han determinado que esto es consecuencia de ser miembro de un grupo minoritario en una sociedad que con demasiada frecuencia puede ser hostil hacia ellos y ellas.

Richard J. Wolitski, un experto en asuntos de salud pública y estatus minoritarios en el Center For Disease Control and Prevention, lo definió de esta forma en el año 2008, "Desventaja económica, estigma, y discriminación... aumentan el estrés y disminuyen la habilidad de los individuos (en grupos minoritarios) para adaptarse al estrés, lo que a su vez contribuye a una pobre salud mental y física."

MITO 5

Nadie nace siendo gay.

EL ARGUMENTO

Los activistas anti-gay se oponen a la concesión de protecciones "especiales" de derechos civiles para las personas gay similares a los que se le permiten a otras minorías como los negros americanos. Pero, si la gente nace gay, en la misma manera en que las personas no tienen opción sobre si nacen negros o blancos, la discriminación contra los hombres gay y lesbianas sería mucho más difícil de justificar. Por tanto, los movimientos anti-gay insisten en que la orientación sexual es una conducta que puede ser cambiada, que no es una característica inmutable.

LOS DATOS

La ciencia moderna no puede establecer de forma conclusiva que causa la orientación sexual, pero muchos estudios sugieren que es el resultado de fuerzas biológicas y ambientales, no una opción personal. En un estudio del 2008 con gemelos, realizado en Suecia, que fue publicado en The Archives of Sexual Behavior, se concluyó que, "(La) conducta homosexual es altamente moldeada por la genética y factores ambientales al azar."

Dr. Qazi Rahman, uno de los coautores del estudio y autoridad en orientación sexual humana dijo, "Este estudio echa agua fría sobre cualquier consideración que busque un 'gene gay' único, o una variable ambiental que pueda ser utilizada para señalar la homosexualidad. Y no estamos hablando sólo de homosexualidad, la conducta heterosexual es también influenciada por una mezcla de factores ambientales y genéticos."

La American Psychological Association (APA) reconoce que a pesar de las muchas investigaciones sobre la posible influencia genética, hormonal, social y cultural en la orientación sexual, no ha emergido evidencia que permita a los científicos señalar la causa precisa de la misma. Aún así, la APA concluye que, "la mayoría de la gente experimenta poco o ningún sentido de elección sobre su orientación sexual."

Partes de este trabajo fueron tomadas de un artículo publicado por Evelyn Schlatter y Robert Steinback.

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