Como sucediera hace años con Alexia Pardo, de nuevo una mujer transexual se enfrenta a la que fuera su esposa por limitarle su derecho a ver al hijo de ambas. Laura Darriba, de 43 años, y que durante buena parte de su vida permaneció en el armario atenazada por el miedo a revelar su identidad femenina, solo quiere ver a su hijo sin tener ya que disimular.
La historia la recoge este domingo El País. Laura Darriba se casó en 2005, cuando todavía estaba en el armario y socialmente mostraba una identidad masculina. El matrimonio tuvo un hijo en 2007, pero Laura (cuyo nombre registral es todavía Gerardo) no pudo más y decidió contar la verdad. Su esposa no quiso seguir con ella y la pareja se separó en 2012. Laura Darriba explica que sufrió por entonces una profunda depresión, y que ni siquiera contó con el apoyo de su propia familia.
Fruto de esa vulnerabilidad, Laura accedió entonces a firmar una cláusula en el convenio de separación por la cual solo podría ver a a su hijo bajo apariencia masculina. Algo que cada vez resulta más complicado, al haber iniciado el proceso de reasignación y llevar un año recibiendo tratamiento hormonal. Laura, además, ya ha salido de la depresión y no presenta problema psicológico alguno, “más allá de la enorme pena de no ver a mi niño”. Es por eso que reclama su derecho a poder ver a su hijo sin necesidad de disfrazarse de hombre. Su exesposa alega que esta imposición tiene como único objetivo proteger a su hijo. “No quiero que vaya a recoger a mi hijo al colegio de curas con una falda o vestido y que se rían de él. ¿Qué le cuesta atarse el pelo y ponerse un chándal?”, ha declarado a El País.
Laura Darriba solo quiere poder ver a su hijo sin mentiras. “Conmigo el crío está feliz. Con cuatro años empezó a hacerme preguntas, y yo le he ido explicando que ahora soy Laura, que puede llamarme papá… Soy su papá y lo seré siempre. Si no me aceptara o sufriera, yo esperaría. Pero hasta ahora no hemos tenido ningún problema”, cuenta Darriba, que insiste en que nunca ha querido hacer daño a su exesposa. Esta asegura sin embargo haberlo pasado muy mal. “Yo me casé con un hombre, tuve un hijo y mi hijo tenía un padre. Era muy feliz. Hasta que un día me dijo: ‘Quiero ser una mujer’. El shock fue tremendo”, ha contado a El País.
El antecedente de Alexia Pardo
La historia de Laura Darriba nos retrotrae a la de Alexia Pardo, una historia que se remonta a 2004, cuando Alexia, que contaba entonces con 29 años, separada y con un hijo, decidió iniciar el proceso de reasignación sexual para acomodar su cuerpo masculino a su identidad femenina. Hasta entonces Alexia podía ver a su hijo sin limitaciones. En aquel momento, sin embargo, su exesposa decidió demandarla para quitarle la patria potestad y privarla de comunicación con su hijo. La justicia española decidió finalmente restringir su régimen de visitas.
El caso, que seguimos con cierto detalle en dosmanzanas, acabó ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que en 2010 dio la razón a la justicia española y rechazó que la restricción de las visitas pudiera considerarse discriminatoria, entendiendo que había primado “el interés superior del niño”con el objeto de permitirle “habituarse progresivamente al cambio de sexo de su progenitor”.
Han pasado los años, y según recoge el artículo de El País antes aludido, la relación entre Alexia y su hijo, que cuenta ya con 17 años de edad, es“maravillosa”. De hecho, conforme el chico fue creciendo y teniéndose en cuenta su opinión, la situación fue normalizándose hasta que en 2013 Alexia y su exesposa llegaron definitivamente a un acuerdo.
Ojalá Laura y su ex puedan llegar a un acuerdo satisfactorio sin necesidad de batallar durante años en los tribunales.
vía: dosmanzanas.com
foto: elpais.com
YA NO SE TIENE QUE DISFRAZAR DE HOMBRE PARA VER A SU HIJO
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