¿Si El Nueva Día publicara una portada diciendo "Favorecemos la igualdad y estamos en contra de la homofobia, el machismo, el discrimen y la intolerancia. Pero los homosexuales tienen que ser hombres masculinos flacos, jóvenes, activos, de buen pene, con buen trabajo, VIH negativos y preferiblemente atléticos, profesionales, lindos y musculosos" alguien tendría derecho a indignarse?
Ciertamente en la comunidad gay no.
La lucha por la dignidad inherente de todos los seres humanos parece limitarse a una retórica que se despliega políticamente hacia afuera, pero que no es necesario tomar en cuenta en la convivencia del día a día.
Es verdad, en el día a día tenemos contacto con los heterosexuales (y el Estado opresor que la mayoría de ellos históricamente ha usado en nuestra contra) probablemente en mayor grado que el que tenemos entre nosotros. Pero en las dimensiones de la socialización también tenemos la alternativa de participar de lo que, por esa razón, se llama la "comunidad" gay y ciertamente a nivel sexual pues la interacción es con nuestros pares gay.
La indignación cuando un hombre straight hace comentarios insultantes y/o prejuiciados sobre los hombres gays ha permitido avanzar considerablemente en nuestros derechos públicos. Pero, ¿por qué esa misma indignación casi nunca se despliega en contra de las actitudes discriminatorias a nivel privado?
Si tuviera una peseta por cada vez que he escuchado de gays argumentos como:
- "los gays son bochincheros" (algo que se explica fácilmente por la dinámica de pueblo chiquito, infierno grande, junto a la dimensión sexual);
- "los hombres gays no se deberían comportar como mujeres, para eso me busco una";
- "no me gusta el ambiente y prefiero ir a las barras straight";
así como las múltiples justificaciones de la closetería, a estas alturas del Siglo XXI, pues sería millonario.
Cómo es posible que los gays no entiendan que el clóset es la justificación más grande que pueda existir para el discrimen contra los propios gays no se puede entender. Si tú te auto-discriminas, por qué el Estado y la sociedad no lo van a hacer también.
Por su parte, el gay que coja lo de ser femenino como insulto tiene homofobia internalizada además de algo de misoginia y no entiende nada de feminismo.
Son este tipo de fallas lógicas las que hacen necesario que la lucha contra la homofobia (y contra otros discrimenes) se dirija también hacia el interior de la comunidad gay.
Si no te gustan las barras del ambiente, sencillo, no las patrocines. Pero por qué las tienes que desprestigiar (en especial si por más que hables tarde o temprano terminas metido en una de ellas).
Si prefieres hombres "varoniles" o sin manerismos femeninos o lo que sea, pues cuando vayas a escoger eso será obvio. Pero por qué lo tienes que intercalar como parte de tu carta de presentación. Este es el punto básico. Si los propios gays incorporamos rutinariamente a nuestro discurso conceptos despectivos de manera innecesaria, cómo podemos reclamar la tolerancia como un valor.
(Por lo menos en Puerto Rico el racismo se esconde y es rara la vez que la gente abiertamente indica que buscan blancos solamente. Igual ocurre con el clasismo y el materialismo que lo mismo se manifiesta en elitismo -muchas veces relacionado al racismo- que en discrimen que en el fenómeno de los "vividores".)
Todo el mundo tiene sus preferencias físicas, las cuales muchas veces parten de nuestras propias características. Rara vez uno lee que se busca "feos o viejos, gordos, con pobre 'material', desempleados, materialistas, 'sucios' con VIH, o brutos". Sí es posible que las personas con esas características de vez en cuando se cansen del rechazo y pues digan que son así o que buscan eso.
Pero lo más común es que se usan los gustos no como filtros sino como maneras de ponerse por encima de los otros o de humillar a los otros. Hay tantas maneras no nocivas de indicar la preferencia, desde ignorar hasta diversos tipos de maneras de expresar preferencias relevantes.
Pero decir, por ejemplo, que te gustan masculinos o lindos no ayuda mucho, por el simple hecho de que nadie quiere asumirse femenino o feo. Piénsalo bien, ¿escribir que no te gustan feos ha evitado que te escriban? Entonces de qué se trata, ¿de humillar al otro o inflarte el ego? ¿Qué contribuye esto?
Quizá contribuye al uso de fotos falsas. Y a todas las demás prácticas que hacen que sean tan desagrables casi todos los espacios ocupados por los gays.
Quizá esto explica por qué si, según las encuestas casi 3/4 de los gays buscan pareja, la soltería prevalezca. La gente se acostumbra al cinismo y las malascrianzas en internet como norma y a su vez el internet se ha convertido en el lugar más común de encuentro. Sumar uno más uno no es tan difícil.
Si en internet todo el mundo rechaza una que otra cosa tan común, pues todo el mundo se cree por encima de los demás, o por debajo de los demás -que es lo mismo- pues la comunicación pierde efectividad.
La necesidad de publicitar el sentido de superioridad a fin de cuentas casi siempre lo que demuestra es una fobia implícita al rechazo ajeno. (Aquí me viene a la mente en particular el fenómeno del culto a los músculos, pero ese es otro tema -que se complica con el narcisismo y la superficialidad tan generalizados en la sociedad toda-.)
Podemos aceptar que siempre hay jerarquías y preferencias. Pero la manera de demostrar estas puede ser al menos un poquito consistente con el reclamo universal de tolerancia.
Ser lindo o ser feo es un atributo que no se adquiere a base de esfuerzo, mientras que por otro lado tener un buen cuerpo o ponerse gordo parece no requerir tampoco tan gran esfuerzo como para considerarse algo que cambia tan radicalmente el valor de la persona. La edad es un factor al que todos nos confrontamos, así como la posibilidad de enfermarnos, quedar desempleados, etc.
Los diversos factores que nos definen deben ponerse en justa perspectiva. Hasta la inteligencia está hasta cierto punto genéticamente influenciada y el éxito socialmente moldeado. La necesidad de pasar juicio sobre otros individuos debería estar siempre iluminada por estas realidades.
Los gays se quejan de como los religiosos fundamentalistas pasan juicio en vez de seguir la máxima cristiana de "no juzgarás". No podemos ser hipócritas al denunciar esa hipocresía.
N.B. Si estás al menos parcialmente de acuerdo con lo que leíste, puedes hacer algo. Ve a tu perfil social y a tus apps y revisa lo que tienes escrito.
TODOS SOMOS IGUALES, PERO ALGUNOS GAYS SOMOS MÁS IGUALES QUE OTROS
Reviewed by qpgc
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