MANUAL: ¿PUEDO SER ADICTO A LA PORNOGRAFÍA?

Ver porno es placer vicario. Esto es, experimentar placer viendo a otros hacer. Porno puede ser muchas cosas, hay mucha variedad en cuanto a calidad, contenido y temática. De igual manera hay variedad en cuanto a gustos, pasando desde el gusto por las producciones más sutiles hasta los contenidos más fuertes como el "dirty sex" y el sadomasoquismo. Aunque no es un gusto exclusivo de los varones hay estudios que sugieren que estos recurren al uso del porno en proporción de tres a una al compararlos con las mujeres. Definitivamente, el porno puede no ser del gusto de todos o todas, pero ciertamente hay personas que pueden disfrutar de un poco de ello sin afectar a nadie.

Pero, ¿Se puede desarrollar un problema de adicción a la pornografía? Es responsable señalar que no existe un consenso definitivo sobre si se puede realmente desarrollar una adicción como tal al porno. Algunas personas sugieren que si alguien ve mucho porno debiese llamarse mejor una compulsión, señalando que la diferencia de adicción es sutil pero importante (Ref.). Pero para los mas dogmáticos, La Sociedad Americana de Medicina Adictiva (ASAM por sus siglas en ingles), la adicción es una enfermedad caracterizada por cambios biológicos en el cerebro (Ref.), y la adicción a la pornografía no es una excepción.

Pero tampoco seamos tan duros, ver un poco de porno de vez en cuando no mata a nadie. La pornografía puede inclusivo tener su función para enriquecer y estimular la imaginación y creatividad en la vida de parejas. Para la persona solas les puede ayudar a enriquecer sus fantasías y convertirse en un escape ocasional para bajar tensiones. Sin embargo, todo parece indicar que algunas personas pueden recurrir al uso de la pornografía con tanta frecuencia e intensidad que pueden terminar afectando relaciones significativas en sus vidas. Si este fuese tu caso pudieses tener un problema.

En términos generales la adicción a la pornografía puede ser definida como el ver, leer o pensar de forma compulsiva en pornografía o temas sexuales de modo tal que afecta de forma detrimental otras áreas de la vida. Específicamente se pueden afectar relaciones con personas reales por privarles de tiempo, se puede afectar el trabajo por emplear tiempo en ver porno. De igual manera, algunas profesionales consideran que la pornografía por Internet tiene un mayor potencial para desarrollar problemas de compulsión o adicción porque está ampliamente disponible, de forma gratuita, de naturaleza explícita, y se consume en un contexto de total privacidad (Ref.).

Pero, ¿Cómo diferenciar lo que sería un consumo "saludable" de porno de lo que sería un consumo "enfermizo"? La principal señal es el tiempo de uso. Si se emplea mucho, realmente mucho tiempo puede ser señal de que hay un problema. A continuación incluimos algunas conductas que pudiesen señalar a la existencia de un problema en esta área. Las mismas las puedes observar en tu conducta o en la de tu pareja, lo que señalaría a la posibilidad de que tu pareja tenga el problema.

1. Ya no eres tan social como se solías ser. Comienzas a excusarte de actividades, te ausentas, pierdes control sobre el uso de tu tiempo. Pierdes interés en socializar. Comienzas a perder el interés en el sexo real con personas reales.

2. Tu o tu pareja necesita mayor estimulación para excitarse. Comienzas a desarrollar interés por prácticas sexuales no usuales para ti o tu pareja. No importa que se haga terminan insatisfechos después del sexo.

3. Comienza a ser más rudo o más demandante en el sexo. Exiges actividades sexuales con las que antes no te sentías cómodo o cómoda. Comienzas a objetivar a tus parejas sexuales, son objetos.

4. Tu o tu pareja parecen no estar presentes en la intimidad. Comienzas a ser distante durante el sexo. Comienzas a perder interés en la intimidad emocional, para enfocarte en lo puramente físico.

5. Comienzas a ser extremadamente crítico con la apariencia de tu o tus parejas. De repente comienzas a buscar apariencias físicas más parecidas a las que observas en los vídeos porno. Comienzas a hacer comentarios poco sensitivos sobre el peso y la forma de tu o tus parejas.

6. Comienzas a mentir a tus personas significativas. Te vuelves defensivo cuando se te habla de porno. Comienzas a decir "pequeñas" mentiras para justificar tu tiempo.

7. Te das cuenta que estás prácticamente "casado" con la Internet. Empleas demasiado tiempo en la computadora. Demandas privacidad para tu tiempo. Puedes comenzar a desarrollar problemas de visión por las largas horas frente a la computadora, dolores en la espalda, muñecas, cuello u hombros.

8. Comienza a cambiar la manera en que te comportas. Problemas para dormir, relajarte, te sientes más ansioso.

Ninguna de estas conductas sola es indicativa de un problema en esta área. Tu pareja o tú pueden desarrollar problemas para excitarse y no tener nada que ver con el porno. Pero si te gusta mucho el porno y comienzas a observar un conjunto de estas señales quizás sí haya un problema.

Algunas personas piensan que inclusive se pueden desarrollar síntomas de retirada para un problema de adicción o compulsión al porno.  Mencionan síntomas como ansiedad, dolores de cabeza y en el cuerpo cuando dejas de ver o se te impide ver porno. Honestamente creemos que alegar esto es algo extremo, y si fuese el caso entonces, sí definitivamente tendrías un problema de adicción al porno.

Mientras tanto, si descubres que estás empleando mucho tiempo, o más tiempo del que quisieras viendo porno hay cosas que puedes hacer. Lo primero es, definitivamente, apagar la computadora. Luego de esto:

• Cambia la rutina y el ambiente que te lleva a ver porno. Evita las situaciones de alto riesgo.

• Haz un listado de las consecuencias positivas y negativas de usar versus no usar pornografía.

• No emplees tanto tiempo solo o sola. Revisa el estado de tus amigos y relaciones. ¿Son significativas y satisfactorias? Si no lo son, ¿Qué puedes hacer para enriquecerlas?

• Aprende nuevas formas de lidiar con emociones fuertes como ansiedad, soledad, coraje, depresión y aburrimiento.

• Aprende y desarrolla actividades que te ayuden a relajarte, a disfrutarte a ti mismo(a), a sentirte relajado(a).