HASTA QUE LA SANGRE LLEGUE AL RIO

Que la sangre llegue al río es lo que parecen esperar las autoridades del país para tomar carta activa contra Alfred Salgado Malpica. "Pato sucio", escupir autos, perseguirlos en carro, dejar una bala en la puerta de su hogar y amenazarlos de muerte han sido algunas de las tretas que ha utilizado Salgado, desde el 2008, para manejar su rabia contra sus nuevos vecinos homosexuales.

Ramón Santana y Evelier Rivera

Ramón Santana y Evelier Rivera, víctimas en el caso, han tenido que recurrir a guardar machetes cerca de sus coquetas, instalar cámaras de seguridad y de nunca andar solos en la casa que desde 2008 andan construyendo en el barrio Bajuras de Vega Alta.

A pesar de las pruebas existentes, la jueza Awilda Mejías no encontró causa por violación a la Ley de Asecho con el agravante de crimen de odio. La jueza alegó no a lugar ya que la motivación del delito era por la orientación sexual de la pareja.

Por otro lado, el abogado del victimario, Malpíca, alegó que los conflictos con los vecinos solo eran asuntos de permisología y colindancia (debido a la construcción de la nueva casa que era vecina de la casa de Malpica). Este dijo que para nada el problema estaba relacionado con que Santana y Rivera fueran homosexuales.

Por su parte el activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano tronó en contra de lo que catalogó como “homofobia institucionalizada”.

“Ante esta nefasta decisión, responsabilizo a la jueza Awilda Mejías por cualquier cosa que le suceda a Ramón y a Evelier. Es inaudito, injusto, inmoral y hasta criminal que no se le haga justicia a una pareja que ha probado, más allá de toda duda razonable, el acecho, la persecusión, el hostigamiento y la violencia a la que ha sido sometida por parte del acusado. Exigimos justicia para Ramón y Evelier ya. Exigimos que se les otorgue la igual protección de las leyes que garantiza nuestra Constitución”, sentenció Serrano.