Uno de los propósitos de la exposición es romper con los tabúes sexuales a los que se someten historiadores desde el siglo 19 mostrando que las relaciones sexuales en la prehistoria no estaban orientadas únicamente a la reproducción. Algunos de los organizadores de la exposición creen que ha habido una actitud homofóbica implícita en los estudios arqueológicos y antropológicos. Se piensa así porque nunca se hace referencia a la homosexualidad a pesar de que se han encontrado numerosos rastros de estas prácticas en distintos yacimientos.
Una de las placas, que fue tallada hace más de 12.000 años, se puede ver a dos mujeres rozando sus senos en actitud cariñosa, mientras que otra hallada en la cueva francesa de La Marche recoge un coito anal entre dos hombres.
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