Cuando comenzamos una relación intentamos mostrar nuestra mejor cara y mejores modales. ¡Claro! Queremos impresionar a esa persona que nos interesa. Nos vestimos bien, nos acicalamos, utilizamos nuestro mejor lenguaje, y somos lo más corteses posibles. Pero una vez pasados varios años en la relación comenzamos a relajarnos y entrar en niveles de confianza que puede inclusive parecer groseros para las personas que miran la relación desde afuera. Pero, a veces, esas son las señales de que esa relación ha evolucionado a un amor real que no necesita de sutilezas para mantenerse.
A continuación incluimos un listado de ejemplos de conductas y hábitos que pueden señalar que la relación que llevas a llegado a niveles tan personales e íntimos que solo puede ser comprendido por las personas envueltas en ella.
Ya no es necesario que te afeites todos los días.
La belleza de una relación cómoda es que solo tendrás que afeitarte si lo deseas. Ya no existe la presión de tener que afeitarte para impresionar a la otra parte.
Pueden tirarse pedos sin pedir excusas
Los pedos puede que no sean agradables, pero son parte natural de vivir, además, es otra función de ese trasero que tanto admiras y deseas. Así que aunque existan personas que pretendan que no se tiran pedos, probablemente lo hacen estando solos o solas. Cuando las relaciones maduran, cuando aumenta la confianza, puede que ya no sea tan necesario esconderse para hacerlo. Así que si ocurre, solo ríanse, tu también lo haces.
Los hábitos excretorios pueden ser discutidos de forma normal
Cuando le puedes decir a tu pareja sin bochorno, “Diablo llevo 3 días sin ir al baño”, tienen una relación madura.
A nadie le agrada hablar sobre la excreta. Ese tipo de conversación se reserva para con tu madre cuando te pregunta si estas comiendo suficiente fibra, para tu doctor en los exámenes de rutina, y con tus amigos más íntimos durante conversaciones sobre los niveles variados de estreñimientos de cada cual.
Pero una nueva realidad en cualquier relación es cuando se llega al momento que se puede conversar sobre los movimientos de los intestinos. Esto demuestra que se ha alcanzado un alto nivel de comodidad con tu pareja. Este punto, en unión al anterior demuestra que ambos son humanos.
Orinan con la puerta abierta
Si están en medio de una conversación importante, ¿Por qué detenerla solo porque uno de los dos tiene que orinar? Solo dejen la puerta abierta y continúen. O si se están preparando para ir a la ducha juntos, solo siéntate en el inodoro y déjalo salir.
Antes de la primera vez que ocurra, probablemente preguntes si puedes hacerlo. Probablemente tu pareja responderá con un poco de nerviosismo, “Uhh, si, está bien...”. Pero eventualmente ya no será tan importante y ambos se acostumbraran al sonido.
Se permiten orinar en la ducha cuando se duchan juntos
Para algunas personas la idea de ducharse juntos es muy íntima y sexy. Otras personas pueden disfrutar de los “deportes acuáticos” o dicho de otra manera, erotizar el orín y el orinar. Inclusive hay quienes gustan de ser orinados, pero no es la norma. Así que el que te permitan orinar mientras se duchan sin que esto quite lo sexy de la ducha puede ser una señal del grado de intimidad logrado con esta persona.
El aliento matutino ya no te escandaliza
¡Hay ese aliento matutino! Dormir juntos pasada la etapa de infatuación puede traer experiencias no tan agradables: los ronquidos, lo difícil que es dormir y mantenerte dormido con otra persona a tu lado, el aliento matutino.
Luego de muchas noches juntas con toda probabilidad habrán compartido su dosis de esa halitosis rancia. Una manera de combatir el mismo es practicar un poco de sexo oral antes de besar. Esto provee para que la boca salive y se remueva parte del olor. Aún así, eventualmente se acostumbraran al aliento matutino, lo cual fortalecerá la relación.
Los nuevos pasatiempos incluyen sacarse espinillas
El tocarse, acariciarse es agradable, por esto algunas personas disfrutan de manera especial el que le extraigan espinillas de la cara o espalda. Pero si tu pareja se ofrece para hacerte esta rutina quiere decir que encuentra aún las partes más groseras de ti atractivas y que disfruta hasta de tocarte de esta manera, ¡Muy Bien!
El estar enfermo no detiene los besos
Cada vez que tose se escucha su flema, pero nada detiene el deseo de estar a su lado para cuidarle, y aún así le besas. Posiblemente te diga, “No me beses que se te pega.”, pero el amor es mayor.
El ganar peso ya no es un problema grave
Vivimos en un mundo donde la imagen se torna más importante que el contenido. Las personas llevan dietas y hacen ejercicios en los gimnasios. Estas estrategias son efectivas para comenzar una relación, pero una vez están metido o metida completamente en una la vagancia llega.
Eventualmente comienzan a notar cambios en los cuerpos de cada uno, notan que tienen que comprar tamaños de ropa más grandes. Pero el peso ya no es tan importante. Aún le recuerdas como le conociste y aún le amas, con sus libras extra.
A pesar de todo esto, sigues encontrando a esa persona que comparte tu vida sexy
No es asunto de tolerar todas estas cosas que pueden parecer groseras o rudas, de lo que se trata es que todavía piensas que tu pareja sigue siendo muy sexy a pesar de todas ellas. El estreñimiento, el sobrepeso, las enfermedades, las espinillas, nada de esto te desanima a la hora le amarle.
Cinco minutos atrás tu pareja te sorprendió con un pedo, pero ahora están desnudos y listos para amarse, una vez más. ¿Cómo puede ser posible esto?
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Reviewed by qpgc
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