Casi todos los adultos con buena salud tienen la capacidad de mantener relaciones íntimas con otros adultos. Debemos, sin embargo, admitir que no todas las relaciones íntimas que tenemos son satisfactorias. En este ámbito podemos tener niveles de satisfacción: puede haber intimidad pobre, que resuelve nuestras necesidades básicas pero no satisface completamente. Intimidad adecuada, que nos satisface pero no es memorable, e intimidad superior, que nos satisface y de la cual guardamos gratos recuerdos.
Si deseamos realmente gratificar a la persona con quien compartimos y ser recordados con una sonrisa debemos aprender a reconocer y estimular las zonas eróticas de su cuerpo. En las zonas eróticas contamos con mayor cantidad de terminaciones nerviosas, por lo cual somos más sensibles y disfrutamos cuando son estimuladas de forma adecuada.
A continuación incluimos un listado de las zonas eróticas del cuerpo donde podemos estimular el placer al acariciarlas de forma adecuada.
- La boca: ¿A quién no le gusta un buen beso? La sensibilidad de los labios aumenta con la excitación haciéndolos más sensibles al roce y la caricia de otros labios.
- Las orejas: Hay personas que simplemente mueren cuando les lamen las orejas. Esto es comprensible porque son partes muy sensibles. Curiosamente, contrario a lo que se cree, las orejas de los hombres son más sensibles que las de las mujeres. Las partes más sensibles de estas son el lóbulo de la oreja y la parte trasera.
- Los pechos: El pecho de los hombres responde sexualmente al igual que el de las mujeres pero con menor intensidad.
- Los pies: Los pies están llenos de terminaciones nerviosas que pueden proporcionar sensaciones muy placenteras.
- La próstata: En la misma se encuentra lo que se ha llamado el punto G masculino a causa de las sensaciones que proporciona. La próstata puede ser alcanzada por el periné en el hombre.
- El ano: El ano está rodeado de terminaciones nerviosas que pueden ser estimuladas con caricias con las manos o la boca.
- Las nalgas: Acariar, lamer, morder suavemente als nalgas puede producir mucho placer al hombre. Es recomendable explorar con anterioridad sus limites porque algunos se pudiesen sentir amenazados.
- El pene y los testículos: Es con toda probabilidad el área donde el hombre recibe las sensaciones más intensas. Debido a la sensibilidad en estas áreas se recomienda comenzar a estimularlas de forma más delicada e ir aumentando el nivel de estimulación según los gustos particulares de cada cual.
- El cabello: Dar masajes en el cuero cabelludo produce un relajamiento muy agradable. Se recomienda hacerlo al comienzo y al final del acto sexual.
- Los brazos: Las axilas y la parte interna del antebrazo pueden ser estimuladas con las manos o la punta de la lengua para proveer placer a esa persona especial.
- El torso: Esta es la parte entre el pecho y la pelvis. Ambos lados, de frente y de espalda son sensibles, especialmente los lados de la columna vertebral, el vientre, y entre el ombligo y el pubis.
- El cuello: Esta área es especialmente sensible a los besos y caricias. Puedes combinar caricias y besos en el cuello y orejas para mayor placer.
Aunque hemos mencionado varias áreas de especial sensibilidad la verdad es que todo el cuerpo, estimulado de forma correcta, se puede convertir en una zona erótica.
Deben tener claro que la estimulación física puede ser excitante pero funciona mejor cuando está acompañada de una buena comunicación. Por todo esto, conoce tu cuerpo y de tu pareja para que puedan lograr una mayor compenetración en la intimidad.
LAS ZONAS DE PLACER EN EL CUERPO DEL HOMBRE
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