!NOS DEJAMOS! PERO NO SE VIVIR SIN EL

Cuando tenemos algo que nos gusta mucho y se pierde, lo echamos de menos, nos hace falta. Cuando una persona especial para nosotr@s parte, perdemos algo nosotros, es una pérdida. Cuando una relación de pareja se acaba, nos perdemos nosotros, no sabemos cómo continuar sin ella. La rupturas de parejas significan pérdidas serias, para continuar hacía adelante es necesario reconocer la pérdida y aprender a manejarla.

La muerte de padres y de la pareja, así como la ruptura de relaciones estables encabezan las listas de eventos estresantes como los más impactantes. Cuando decidimos dejar que otra persona entre en nuestras vidas, abrimos nuestros corazones, nuestra alma y nos hacemos vulnerables. No hay otra manera de amar. Quien nunca se expone, quien teme todo el tiempo no logra amar de verdad. Por eso mismo cuando las relaciones se acaban entramos en negación, depresión, frustración, deseos de venganza; y todas estas reacciones retrasan el manejo de la pérdida, la sanación y la capacidad para continuar con nuestras vidas.

Para la gente LGBT, las rupturas pueden ser especialmente intensas y difíciles de manejar. Esto porque acostumbrados al rechazo, a la burla, al aislamiento, apostamos todo a esa persona especial que llega a acompañarnos. Cuando ocurre la ruptura regresa el fantasma de la soledad.

Parte del problema con las separaciones es que nos acostumbramos a vernos a nosotros mismos atreves de los ojos de esa persona. Definimos nuestra felicidad por medio de ella, nos definimos por medio de la relación. Por eso al separarse nos perdemos, no nos encontramos nosotros mismos. Para comenzar a sanar será necesario reconocer que se acabó y volver a re encontrarse con un@ mism@; las cosas que nos definían antes de la relación, los amig@s.

Una relación en la que no eres respetad@, valorad@ no sirve. Vuelve a buscar a tus amigos. Si no tienes amigos hay grupos que realizan actividades en los que puedes encontrarlos.

Si se acabó la relación, tendrás un tiempo de luto, es normal. Luego muévete, sal, habla, has cosas nuevas, conoce gente , mímate y regálate un nuevo tu.

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