LA PARTIDOCRACIA Y LA COMUNIDAD LGBT

“No creemos en partidos políticos que se alimentan del beneficio del electorado cada cuatro años. Pero sí creemos en el poder e independencia de la gente pensante, en la libertad del internet y en que esa combinación puede crear un Puerto Rico mejor”   -www.quepasagaypr.com

¿De qué sirven los partidos políticos en Puerto Rico? ¿A quién le sirven? Se supone que un partido político es un instrumento para adelantar un proyecto o visión de país. Pero en P. R. la prevalencia histórica de los mismos tres partidos ha propiciado el que estos se hayan apropiado, de forma concertada, de las estructuras y procesos políticos para servirse a sí mismos y a los intereses económicos que representan.

Las lealtades de los políticos quedaron evidenciadas al inicio del primer cuatrienio de Roselló. En ese momento se desarrolló una polémica pública sobre a quién se debía el gobernador, si al pueblo o a su partido. En aquel momento le solicitaron a Luís Ferre, fundador del partido que Roselló presidía, que emitiera su opinión y el concluyó que se
debía a su partido; Y se dio por finalizada la polémica. O sea que tú y yo elegimos al gobernador y a los legisladores: pero no trabajan para nosotros.

Este sistema amañado es lo que se ha denominado como la partidocracia. Con esto nos referimos a un sistema de gobierno donde las decisiones más importantes se toman en consenso entre los partidos políticos que la forman, orientándose al  beneficio propio y de
los intereses que representan, sin consideración de lo que puede ser necesario o bueno para el pueblo.

Esto se ha logrado por medio de la aprobación de leyes y el diseño, por ellos mismos, de un sistema electoral que les beneficia. Si esto le suena como poner al cabro a velar la lechuga, es porque así es. Por ejemplo, todas las decisiones en la Comisión Estatal de
Elecciones se toman por consenso entre los comisionados electorales de los tres partidos principales. Como ya hemos establecido anteriormente, los políticos se deben a sus partidos. Por tanto, el trabajo de los comisionados es defender los intereses de su partido, no los del pueblo. De tal forma, los intereses del pueblo no están representados allí.

Por ejemplo, las personas que no pertenecen a ningún partido no están representadas en ese organismo que decide quién vota, cuándo, cómo, por quién y por qué se vota en el país. De igual forma, estos mismos comisionados entorpecen toda posible inscripción de
partidos nuevos para no tener que compartir el poder.

La partidocracia se sostiene porque los políticos desarrollan una "novela" pública para entretener a la gente y hacerles creer que unos son diferentes a otros. Por ejemplo mientras el país tiene necesidades reales en áreas de salud, educación, economía, seguridad y calidad de vida, los políticos y el ”media” se entretienen en dimes y diretes
sobre el “sex shop” de Alejandro García Padilla (candidato a la gobernación por el PPD) y las infracciones de tránsito de Evelyn Vázquez (senadora del PNP). De esta manera temas serios como la salud fiscal del Hospital Oncológico se pierden en el tornado de estupideces de los políticos.

Pero, pregúntese usted, ¿Si ni siquiera les interesa el bienestar del pueblo, si la orden del día es crear nuevos chismes para desviar la atención y el entretenimiento nacional, si han
aminorado el discurso del poder del pueblo, porqué les va a interesar las necesidades de un sector específico que ni siquiera es del todo visible?

Los políticos pueden "coquetear" con la comunidad LGBT e inclusive pueden intentar "dormirla" realizando promesas que saben no van a cumplir. Ejemplo de esto lo tuvimos en las elecciones pasadas cuando quien es ahora gobernador se comprometió a aprobar legislación para que se prohibiera el discrimen laboral por razón de orientación sexual e identidad de género en el empleo. Como saben, nada se ha hecho al respecto.

Entonces, ¿Qué se debe hacer? ¿Qué opciones se tienen? Primero, es importante que la gente LGBT tome conciencia de comunidad a la hora de elegir a quien otorgarle su voto. Es posible que mucha gente LGBT emita su voto por el mismo partido al cual pertenece su familia, porque así lo aprendió en su casa, por tradicion. Pero debes tener claro que los políticos te van a prometer el cielo con tal de obtener tu apoyo, para ellos continuar viviendo el estilo de vida de los "Rich & Famous".

Es por ello que en estos tiempos se hace más importante que nunca creer en el poder de la gente. Debemos evaluar, leer que ofrecen. No votar por partidos, o por una cara linda, o porque me cae bien; votar por ideas. Respalda candidatos e ideas, no partidos. Investiga que propuestas concretas tiene esta persona para adelantar el bienestar del país, y que compromiso asume con la defensa de los derechos LGBT. Recomendamos, además, que en lugar de responder a promesas que se realizan en campaña, mejor se evalúen el carácter, el historial del candidato, con quien se asocia, que promete a otros grupos, a quien apoya. Al evaluar su trayectoria podemos tener una mejor idea de cuánto podemos creerle. No serán los políticos los que cambien el rumbo del país mas bien será su gente y su capacidad para demostrarle a otros que son un sector fuerte y organizado.

La partidocracia no es democrática. Es el gobierno de unos pocos para unos pocos. Si deseas vivir en un país democrático donde no se te nieguen tus derechos por razón de tu identidad de género o preferencia sexual, evalúa, analiza y únete con otros, y entonces utiliza tu voto para adelantar causas que realmente vayan en busca de un mejor Borikén para tod@s.

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