ME GUSTA OLER POPPERS

El Popper es un potente vasodilatador lo que produce una reacción de relajación muscular, incluyendo los del esfínter, como el ano. Esto trae la posibilidad de lograr que la penetración anal sea menos dolorosa.  También se ha asociado como un “expansor del orgasmo”. De aquí que sea muy utilizado por el público gay masculino.  Sin embargo, a otros les puede causar la pérdida de la erección.

El Popper obtuvo su nombre de los días en que se vendía en pequeños tubos de cristal, cubiertos con un plástico como redes de pescar, que hacían un sonido como “pop” cuando los rompías para usarlos.

El nombre científico del Poppers es nitritos de amilo, butilo o isobutilo.  Los nitritos, se descubrieron durante el siglo XIX cuando se utilizaba para el manejo del dolor de angina de pecho.  Los cambios en la percepción del tiempo provocados por estos psicofármacos iniciaron su uso extra-médico para la década del 70.  Más de una década después, en algunas ciudades europeas se vinculó a la escena "rave" de finales de los ochenta. Los efectos se producen muy rápido, y su duración es muy breve.

Entre otros efectos dilata los vasos sanguíneos (que causa una bajada repentina en la presión arterial), aumenta el ritmo cardíaco, y produce una sensación de calor y de euforia.  En las discotecas el poppers puede inhalarse para realzar los efectos de sustancias psicotrópicas como el éxtasis, el "speed" o el LSD. Por otro lado, también se está llegando a la peligrosa moda de mezclar el poppers con Viagra, mezcla que puede resultar letal.

A nivel físico pueden ocasionar vértigo, dolor de cabeza e hipertensión intraocular.

No hay evidencia de daños provocados por el uso prolongado excepto una elevación temporal en la cantidad de metahemoglobina en la sangre.  La tolerancia se desarrolla con rapidez y se revierte fácilmente con algunos días de retiro.  No hay síntomas conocidos respecto a la abstinencia y en este caso sólo puede desarrollarse una dependencia psicológica ligera.  Algunas personas son propensas a las migrañas tras consumir estos compuestos, sobre todo si es de baja calidad.

Otros de los riesgos que conlleva la utilización del poppers, con la excesiva dosis de nitratos que supone para el organismo, es la reducción del oxígeno sanguíneo, lo cual puede llegar a generar la muerte, sobre todo en personas que han llegado a tragar consciente o inconscientemente esta sustancia.  Así mismo, se puede llegar a sufrir de grandes irritaciones alrededor de los labios, mejillas y sobre todo en la nariz, principal "sufridora" externa del poppers.  La mortalidad se eleva al cuadrado en personas con problemas de anemia, glaucoma o propensos a enfermedades cardiovasculares o que esté tomando anti depresivos.

El consumo de poppers continuado a largo plazo puede producir micro roturas en los capilares del cerebro que causan un deterioro de sus funciones parecida a la de un boxeador "sonado". Esto debido a su acción vasodilatadora. La sobredosis puede causar un colapso circulatorio y la muerte.

Otro riesgo del uso del poppers es que como afecta el juicio, las personas pueden envolverse en sexo sin protección, aumentando así el riesgo de contagio con VIH.  Una laceración o rotura en las paredes del recto durante el sexo anal, combinado con sexo sin protección y un aumento en el flujo sanguíneo aumentan significativamente el riesgo de transmisión del VIH. Se asocia además con aumento de riesgo de transmisión de hepatitis y otras enfermedades de transmisión sexual.

A causa de posibles alteraciones que su consumo puede inducir al sistema inmunológico, se ha sugerido que las personas VIH+ pudiesen enfrentar riesgos adicionales de salud por el uso de poppers.