Deseamos aclarar que hemos visualizado el esfuerzo como un proyecto exploratorio que a
pesar de tener ciertas limitaciones nos puede ayudar a ir definiendo perfiles preliminares sobre la constitución de nuestra comunidad LGBT local.
Resultados:
La muestra está compuesta desde los 18 años de edad hasta más de 71 años, pero el 81% se ubicó entre 19 y 45 años de edad. Más de la mitad de los que respondieron (59%) se definieron como hombres gay, 25% como mujer lesbiana. 9% mujer bisexual y 4% hombre bisexual, 3% en otras categorías.
Nos pareció interesante que mientras el 41% dicen que sus amigos o conocidos saben de su sexualidad, solo el 20% indica que sus padres saben. El 16% señaló que sus compañeros de trabajo saben de su sexualidad y 12% que sus hermanos saben. Aparentemente las personas en la muestra se sienten más cómodos para expresar su sexualidad con amistades que con familia.
El 39% indicó que vivía con su familia, 24% que vivían solos, 27% vive con pareja, esposo o esposa, 7% con un compañero de cuarto, 3% con más de un compañero de cuarto.
El 46% dijo que la ciudad donde vive tiene organizaciones LGBT, 30% dice que no y 24% dice no saber. Nos parece significativo que el 54% de la muestra dice no saber o entender que su ciudad tiene organizaciones lo que puede señalar a cierto grado de desconexión o distanciamiento con su comunidad
De igual manera resulta significativo que más de la mitad de la muestra (65%) diga no sentirse cómodo tomado de la mano de su pareja en público. Esto puede señalar a la percepción de rechazo o de posibles consecuencias negativas si lo hacen. El 23% dijeron sentirse cómodos, y el 12% dijo no saber.
Al entrar en el tema de las relaciones un dato que sobresale es que el 74% de la muestra indicó preferir estar en una relación monógama. Esto puede contradecir la visión prejuiciada escuchada en ocasiones que señala a las personas LGBT como promiscuas. El 13% dijo preferir una relación abierta, mientras que el 6% dijo preferir estar solteros. Sobre fidelidad, el 46% indicó que no ha engañado a su pareja, pero el 28% dijo que si lo había hecho y que su pareja nunca se enteró. Sobre la cantidad de parejas sexuales, el 60% dijo recordar de 0 a 10 parejas y al otro extremo el 16% dijo recordar haber tenido 30 o más parejas.
En el tema del uso de sustancias, el alcohol sobresalió como la sustancias más utilizada (63% de la muestra utiliza el alcohol socialmente), seguido del cigarrillo, marihuana y cocaína, en ese orden. Sin embargo, la sustancia que más personas utilizan de forma diaria es el cigarrillo (33%). Cerca de la mitad (41%) dicen utilizar marihuana de forma ocasional, 15% la usa diariamente, 19% socialmente, y 5% se definen como ex usuarios o en recuperación. Al sumar se observa que más de la mitad (60%) la utiliza social u ocasionalmente.
La cocaína sobresalió como otra de las sustancias utilizadas por la muestra. Más de una cuarta parte (28%) dijo utilizar cocaína socialmente, otro 28% dijo usarla rara vez, 26% de forma ocasional, 16% se define como ex usuario o en recuperación. Observamos que al sumar se obtiene que más de la mitad de la muestra (54%) dice utilizarla de forma social u ocasional.
Sobre calidad de vida, un 40% dijo sentirse feliz en su vida, 21% dijo sentirse estresado, 14% ansioso, 10% preocupado, 9% enojado, 6% triste. Si sumamos categorías observamos que más de la mitad de la muestra (60%) se definen con emociones "negativas". Este dato no debe extrañar si contextualizamos a las personas LGBT viviendo en una sociedad que los rechaza, burla y margina.
Sobre prácticas sexuales el 68% de la muestra dijo que nunca usa protección al tener intimidad con su pareja, solo el 10% lo usa todas las veces. Nos parece altamente significativo que solo un 40%, o sea menos de la mitad de la muestra, dijo utilizar condón en el sexo anal receptivo. Esto es importante porque como sabemos el sexo anal receptivo es una de las prácticas de mayor riesgo para el contagio con VIH y otras condiciones. El 24% de la muestra dijo nunca utilizar protección en el sexo anal receptivo, el 21% dijo que lo utilizaba la mayoría de las veces. Según estos resultados una cuarta parte de la muestra se ubica en riesgo constante porque indicó que nunca utilizaba protección en esta práctica. Del análisis de los resultados obtenidos observamos que al sumar varias categorías el 60% de la muestra están en alto riesgo al ser receptivos en sexo anal porque se ubican en las categorías de nunca utilizar protección, o solo algunas veces, rara vez, o solo cuando se lo piden.
Una cuarta parte (25%) dijo que nunca se ha hecho la prueba del VIH, el 23% dijo que se la ha hecho rara vez, y 21% que se la hace una vez al año. Estos números señalan que cerca de la mitad (48%) desconoce su estado serológico.
Dentro de la muestra total hubo un subgrupo que reconoció su estado serológico como VIH+. Este subgrupo contestó una serie de preguntas sobre el manejo de su estado serológico y sus relaciones íntimas. Nos pareció significativo que un 20% de las personas VIH+ que contestaron el instrumento indicaron que nunca le informan sobre su estado serológico a sus posibles parejas.
Un 28% que indicó que solo lo informaban si se lo preguntaban. Si sumamos ambos por cientos obtenemos que cerca de la mitad de las personas VIH+ en la muestra no informan su estado serológico o solo lo informan cuando se les pregunta sobre ello. El 24% dijo que sí, siempre lo informaban.
Opina abajo, ¿Cuál de estos datos es para tí el más sobresaliente?
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