Sylvia Rivera / Marsha P. |
Por June Marrero
LA MIRADA QUEER
Dragas, vestías o transformistas así se les llaman a esos valientes caballeros que se atreven vestirse de dama. Es una de esas cosas que está incrustada en nuestra comunidad pero muy pocos saben la gran importancia que tienen estas personas en el mundo.
“Es una loquita vestida, es un bollo, una ponka bien mala…”, son algunas de la expresiones que se dicen acerca de estas personas. Aunque nos brindan entretenimiento, risas y calor humano, nunca le damos la importancia que realmente merecen, porque no entendemos el simbolismo en la historia. Nunca se cuestiona el poder de una peluca, porque no entendemos su poder en la historia en nuestra comunidad.
Primeramente me tengo que quitar el sombrero ante estos caballeros, ya que realmente tienen cojones. No importa si eres costosa o estas explotá, tienes mi apoyo y admiración. Pocos saben lo que ustedes pasan y aun así la misma comunidad es quien las juzga. Que si la peluca de la loca está explotá, que si repitió el vestuario, que si la canción la ha hecho diez veces, que si es un coco, que si es un valor. Pero como mencioné, ellos no entienden el simbolismo histórico que tienen cada una de ustedes, ellos no entienden que simboliza una peluca por que no conocen su historia.
Les voy a dar una leída. En la historia han existido muchas dragas o transformistas pero han sido pocas las que llegaron a definir nuestra comunidad y están en los libros de historia. Sus nombres lo eran Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson. Ellas no ganaron Miss Continental, quizá no eran tan bellas, no habrán sido tan costosas pero siempre serán conocidas como verdaderas revolucionarias.
¿Pero quienes son esas? Gracias a ellas y otros valientes homosexuales celebramos nuestro orgullo de ser quienes somos. ¿Qué hicieron, un show? Pues no, ellas simplemente dijeron: “NO” y eso causó un revuelo, porque ellas se negaban a ser discriminadas por ser quienes eran, ellas se negaban a ser humilladas por la sociedad, ellas se negaban a vivir bajo tanta injusticia.
Eso aconteció el 28 de junio del 1969, en los llamados “Disturbios de Stonewall”, lugar donde se dice comenzó la lucha LGBTT.
Sylvia Rivera nació y se crió en Nueva York y vivió la mayor parte de su vida en o cerca de la ciudad. Ella era de ascendencia puertorriqueña y venezolana. Su nombre de nacimiento era Ray (o Rey) Rivera. Ella fue abandonada por su padre biológico, José Rivera, temprano en la vida y se convirtió en un huérfano después de que su madre se suicidara cuando el tenía tres años. Rivera fue criado por su abuela venezolana, quien desaprobó su comportamiento afeminado, sobre todo después de que Rivera comenzara a usar maquillaje en cuarto grado.Como resultado de ello, Rivera comenzó a vivir en las calles, a la edad de once años,donde se unió a una comunidad de drag queens.
El activismo de Rivera comenzó durante la guerra de Vietnam, pero floreció en la época de los disturbios de Stonewall. Ella también se involucró en Puerto Rico y el activismo de la juventud africana americana, en particular con los Young Lords y los Panteras Negras.
En los últimos cinco años de su vida de Sylvia renovó su visión política, llevando muchos discursos relativos a los disturbios de Stonewall y a la necesidad de unidad entre las personas transgénero; invitándolas a luchar por su legado histórico como gente de vanguardia en el movimiento LGBT.
Por su parte, Marsha P. Johnson (1944 - 6 de julio de 1992) era un americano, nacido en Elizabeth, Nueva Jersey, como Malcolm Michaels, Jr. y fue un activista de los derechos gay y transgénero. Era una figura popular de la escena gay y el arte de Nueva York desde 1960 hasta la década de 1990.
Johnson fue uno de los líderes en los enfrentamientos con la policía en medio de los disturbios de Stonewall. Ella también era la "madre" de S.T.A.R. organización quien junto a Sylvia reunía comida y ropa para ayudar a los jóvenes drag queens que vivían en la calle.
Tanto Sylvia como Marcha lucharon contra la agenda gay del momento que buscaba crear una imagen que no incluyera a las personas transgénero; en pos de hacer el movimiento uno más llamativo para las personas heterosexuales.
Cuando me preguntan que a cual transformista me gusta ver, realmente no tengo respuesta. Para mi ser transformista no es hacer un split, ni hacer un mix en tarima, ni verse costosa; para mi ser transformista es tener nociones y pensares fundamentados, ser líder pero más allá de eso, ser revolucionaria. Darle honor a Sylvia y a Marsha cada vez que te pongas el pelito, cada vez que estés en tarima haz que su lucha sea recordada y a todos los que estamos en el publico solo debemos decir presentes. ¿Ahora quienes fueron Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson y cuál fue su desempeño en nuestra historia? Esa es una preguntita que me encantaría ver en un concurso.
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EL PODER DE UNA PELUCA
Reviewed by qpgc
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11:59
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